viernes, 21 de noviembre de 2008

SE UN BRIBON, UN CANALLA

Desata tu temperamento, sal a la calle y escupe ambiente jocoso. Contagia el salvajismo, derroca el talante beato y amanerado del orden social imperante. Enardece la conducta del gentío, altera su percepción hasta límites orgásmicos. Y fluye...
Mea en floreros que contengan vegetación de plástico, eructa en reuniones públicas, plasma pegatinas en cajeros bancarios con el mensaje: “Averiado. Disculpen las molestias."
Instruye a tus hijos en el arte de la masturbación, adentrate en la iglesia los Domingos y simula un exagerado ataque de tos mientras el sacerdote alcanza el punto álgido de su monólogo, saluda a la policía desnudo desde el balcón de tu casa.
Simula ser cojo cuando atravieses un paso de cebra, reparte invitaciones a una ficticia fiesta de disfraces con la dirección de un museo de arte moderno, sella con silicona el tubo de escape del coche de tu jefe.
Finge que vomitas en la caja de unos grandes almacenes mientras pagas en metálico con dinero fotocopiado, desencadena tu esquizofrenia en un vagón de metro abarrotado de trabajadores, celebra un festivo fin de año cualquier tarde de verano.
Erígete imprevisible sin saciedad ante lo correcto, demuestrate poseedor de joviales sueños, huye del comportamiento establecido, tan destructor, tan incongruente. Establece tus propias pautas, que sea la personalidad la que marque tu proceder, pisotea esa etiqueta de “ser civilizado”.Se un bribón, un canalla. Sonríe.

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